LOS CUATRO ELEMENTOS DE DIAGNÓSTICO
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Constituyen una serie de etapas o métodos de investigación, de acuerdo a las anomalías que presente el paciente: hay que ver, oler, oír, hablar y palpar. El Acupuntor desarrolla el sentido de la intuición, entra en el “Shen” (consciencia), del paciente, pues sabe que el cuerpo y la mente nunca van por separado.
Los datos obtenidos a través de estas etapas diagnósticas servirán para determinar un cuadro clínico clásico o fundamental para posteriormente identificar con precisión un síndrome específico.
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1.- INSPECCIÓN U OBSERVACIÓN
La expresión facial es una manifestación de nuestra salud: incluye el brillo de los ojos, la mirada, la mente, la palabra y la respiración.
La primera valoración y posterior interrogación va dirigida a estudiar el equilibrio armónico entre el cuerpo y la mente.
El Shen (consciencia) armónico y activo, muestra un paciente con rostro armonioso (no demacrado ni tenso), con la tez rosada y brillante. La mirada es alegre y viva, chispeante. La mente clara y la palabra coherente.
El Shen ausente, denota un paciente con rostro demacrado y tenso, con la tez mate. La mirada ausente y sin brillo. La palabra es escasa, presenta reacción lenta ante el esfuerzo intelectual.
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a) La tez y su coloración
Una tez normal es una tez fresca, viva y discreta; la patológica es oscura, grisácea y apagada. Hay distintos colores de tez patológica:
- una tez “verde”, será de color hierba marchita,
- de color “rojo”, será de color sangre alterada,
- “amarilla”, de color limón seco,
- “blanca”, de color hueso seco y,
- “negra” de color carbón.
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b) La Expresión
La expresión del individuo, sobre todo la expresión de la cara, son importantes a la hora de hacer una primera evaluación del estado psicosomático del paciente.
Pero no solamente la expresión de la cara (con ser lo más representativo), sino también los movimientos, la constitución, el tono muscular, la sonrisa, los ojos, la apariencia general.
Para la Medicina Tradicional China (M.T.Ch.), “los ojos son las ventanas del hígado y los mensajeros del corazón”, “el lugar donde se reúnen las esencias de los cinco órganos”: “la mente se almacena en el corazón y se manifiesta en los ojos”. Por todo ello, deducimos cambios fisiopatológicos observando la modificación de la expresión de los ojos (brillo, tono, humedad, dilatación pupilar, etc.)
La M.T.Ch. describe tres expresiones básicas: la viva, la perdida y la falsa.
La expresión está relacionada con la energía. Por tanto, el ver una persona expresiva, dinámica, con buen estado de ánimo, viveza en los ojos, consciente y orientada, la palabra clara, mentalmente ágil, etc., indica que la energía esencial está fuerte. Es una expresión viva y puede tener capacidad de reparación en cuanto se le ayude o regule, aunque aparentemente la enfermedad sea grave.
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c) Morfología, coordinación y posición corporal
Son aspectos que entran a formar parte de la inspección y que complementan lo desarrollado en la expresión. Se pueden considerar como aspectos más físicos o groseros del estado psicosomático, aunque algunos signos pueden ser muy valiosos para el diagnóstico.
Los signos de descoordinación, tanto motora como del lenguaje, implican alteraciones en el “Qi” (energía) y el “Shen” (consciencia), de las unidades energéticas de corazón y riñón. Por tanto, indican enfermedades o signos de pronóstico grave.
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d) Los cinco tejidos
La estructura física humana se divide en cinco sectores tisulares concéntricos (al igual que las capas de una cebolla) según el siguiente orden, de exterior a interior:
- Plano Taiyin superior regido por el pulmón: piel y vello.
- Plano Taiyin inferior bazo-páncreas: tejido celular subcutáneo y tejido conjuntivo.
- Plano Jueyin hígado: músculos, tendones y uñas.
- Plano Shaoyin inferior: riñón: tejido óseo y medular.
- Plano Shaoyin superior corazón: tejido vascular.
Esta distribución por estratos tiene, al igual que el aspecto energético, una interrelación holística en donde todos o cada uno pueden influir en el todo o en cada parte. Por lo tanto, una dermatopatía (por ejemplo) puede ser originada por cualquiera de los órganos o vísceras que componen los cinco movimientos. Sin embargo, para que se produzca esa alteración o trastorno fisiológico debe existir un terreno o predisposición favorable que permita, en última instancia, dicha manifestación.
Lo primero que se observa es la piel y el pelo como signos más externos. Por ejemplo, la piel edematosa puede indicar trastorno de riñón (edema por insuficiencia renal), o de bazo-páncreas (trastornos metabólicos); la piel seca y marchita indica signos de sequedad e insuficiencia de líquidos….
Seguiré escribiendo más sobre los “Cuatro Elementos de Diagnóstico”… es muy extenso.
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